El efecto tetris

Denomino «efecto Tetris» a ese momento que sucede cuando, tras varios meses de trabajo, las piezas sueltas de un proyecto encajan entre sí, provocando un avance visible y un salto cuantitativo hacia el final del mismo (o hacia otra parte importante).

Como programador, estoy habituado a vivirlo a menudo en proyectos grandes.

Como diseñador nunca lo he vivido de tal manera como con «Hotel Overlook». Hace un par de semanas mis jugadores de pruebas en Comunidad Umbría tuvieron una interacción amplia con un personaje del hotel, que se cruzó en su camino y los llevó hasta el primer «colapso», cuando tus puntos de Dolor o Tensión exceden el límite, y en teoría mueres. Como ya he comentado en este «devlog», no considero que la muerte definitiva sea una buena opción para Overlook, debido a su complejidad. Por supuesto: hay penalizaciones por ir «colapsando», pero podemos continuar hasta que digamos «vale, ahora casi mejor recomienzo» o «venga, con suerte encuentro un final antes de que me pase nuevamente».

Sea como sea, el «momento Tetris» no fue ese. Fue el instante en que el personaje apareció, la interacción con él, el posterior colapso (que no tuvo que ver directamente con el personaje, sino con una acumulación de sucesos) y el despertar en otro lugar con una nueva interacción. Leyendo el conjunto, parecía que todo estaba escrito del tirón, para que sucediese así. Y sin embargo fueron varios escenarios aislados que coincidieron en ese recorrido. Fue tal el efecto que, cuando volvieron al pasillo del hotel, uno de los jugadores votó para regresar sobre sus pasos a la habitación en la que habían estado para probar si se rompía el juego, si aparecía de nuevo cierta escena. Y no. La habitación respetaba el estado en el que la habían dejado, que no era, por supuesto, el inicial de la partida. 

Ha sido algo placentero de contemplar, y que me anima a seguir. Sé que voy con retraso con «Hotel Overlook», aunque realmente no hay ningún contrato que me obligue a entregarlo de inmediato. Solo las ganas de verlo funcionar. De ver esos «momentos Tetris» en manos de otra gente. 

Pero precisamente por eso debo seguir revisando con calma las distintas piezas. Para asegurarme de que un engranaje mal puesto haga caer el castillo de naipes que es «Hotel Overlook». 

Lo siento por los que esperáis, os toca un poco más de paciencia. Por suerte, mientras lo hacéis, siguen saliendo excelentes librojuegos escritos por otra gente. ¡Qué gran momento vivimos!